Conoce a Smokey el caballo, el gentil gigante que se cree humano.
Smokey comienza su mañana llamando a la puerta, abriendo la boca y yendo a la cocina por una tostada. De manera similar, el equino tuvo un ataque cuando todos los demás usaban gafas de sol menos él, por lo que también las compraron.
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Resulta que este pequeño y extraño acto se convirtió en la inspiración para un niño humano real.
Mientras la dueña de Smokey, Anna Louise Tayler, asistía a la escuela en Londres, había un compañero de clase que odiaba usar sus anteojos. Anna le mostró fotos y videos del caballo y dijo: «Si a Smokey le gusta usar anteojos, ¿por qué no lo intentas?».
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Bueno, una vez que el niño se puso las gafas, nunca se le quitaron de la cara.
La escuela terminó dándole a Smokey una estrella dorada especial por su ejemplo alentador.
Deja de viajar… Comparte esto con tus amigos – Foto por Las aventuras de Smokey y sus amigos
