En una votación histórica, la mayoría del parlamento de Noruega acordó prohibir que su industria de biocombustibles compre aceite de palma y otros biocombustibles peligrosos que están relacionados con la deforestación y las prácticas dañinas para el medio ambiente.
La iniciativa entrará en vigencia el 1 de enero de 2020. Hasta entonces, los legisladores desarrollarán una política integral que evitará que la industria de los biocombustibles compre o use combustibles que no sean de origen ético.
El consumo de aceite de palma de Noruega alcanzó un máximo histórico en 2017 a medida que el país se apresura a reducir el uso de combustibles fósiles en el sector del transporte, con informes que dicen que el 10% del consumo total de diésel del país se basó en aceite de palma. Sin embargo, la nación ha estado trabajando desde abril de 2017 para garantizar que todos los autos vendidos después de 2025 sean eléctricos.
Debido a que el aceite de palma se ha relacionado con la deforestación, la persecución de las poblaciones nativas, las fuentes peligrosas de emisiones de gases de efecto invernadero y la destrucción de los hábitats de vida silvestre, la votación de Noruega está siendo aclamada como una «victoria» histórica para el medio ambiente.
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«La decisión del parlamento noruego establece un ejemplo importante para otros países y subraya la necesidad de una reforma seria de la industria mundial del aceite de palma». decir Nils Hermann Ranum, del grupo conservacionista Rainforest Foundation Norway, agregó que «esta es una victoria en la lucha por la selva tropical y el clima».
Aunque la Unión Europea también votó para eliminar los biocombustibles nocivos, su prohibición no entrará en vigor hasta 2030.
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